
El cura (como cariñosamente se le llamaba), Don José María Alonso Marronquín, llevaba en San Juan de Ortega más de 30 años y era una personalidad muy reconocida en el Camino. Durante nuestra visita tenía 79 años y ejercía sus trabajos de sacerdote sin ninguna excepción. Es conocido por todos los peregrinos, no solo por su gran gentileza y amabilidad, sino también por la gran sopa de ajo (hecha por sus dos hermanas) que él personalmente repartía gratis entre los peregrinos, después de la misa. Era muy respetado y querido.
Murió el 24 de Febrero del 2008 a los 81 años de edad.