Después de los preparativos de las últimas semanas, me siento impaciente por iniciar el Camino. No estoy nervioso, sé lo que me espera. Con las experiencias de mi Camino-2015 y la lectura del libro de mi abuelo El Camino Verde a Santiago de Compostela, creo que estoy bien motivado. Sin embargo, me siento muy emocionado. La sensación de tener la mochila cargada en los hombros, el bastón de peregrino en la mano y las botas para caminar en los pies, es indescriptible.
En el puente de Santiago, situado en la frontera entre Francia y España, comienza nuestro Camino.