Llegamos a Zarauz. La 3ª etapa ya es historia, y aunque las piernas y los pies están pesados y cansados, me siento bien, según las circunstancias.

Pequeña nota al margen: justo antes de la ermita San Martin, ví una serpiente en la naturaleza por primera vez en mi vida y me asusté de muerte. ¡Mi fobia sigue siendo fuerte y he sentido un miedo y una conmoción como nunca! Pero no importa.