A causa de que fotografío mucho y también hablo a menudo con los nativos para recibir informaciones, anécdotas o historias, necesito más tiempo que la mayoría de los „colegas“ peregrinos. Por este motivo muchos de ellos, que en general, con excepción de las pausas, intentan pasar rápidamente la etapa, me adelantan. Los tres que están detrás de mí son franceses de Montpellier, en la costa del Mediterráneo.